sábado, marzo 27, 2010

marzo 26/10 /// Éste porque faltas...

Rara vez publico o ve la luz un poema mío, pero éste fue inevitable y saltó - como esos brincos que me pego - sin miramientos de propiedad, tiempo o moral, justo esta tarde cuando me reprochaba mi muy mala suerte.

Para el hombre que nunca sonríe, pero cuando lo hace sale el sol. El mundo gira y es larga la oscuridad cuando no estás.


Poema sentado en tu ausencia mientras espero revisado, balance y alineamiento, aún no pagado el alquiler y sin muchas esperanzas de pagarlo (26/03/10)


Nada ha pasado
de tu mano que sostengo
en pesar y tamarindo,
ahora que tengo
vacíos los bolsillos
en su desbando
de alas y sombras.

Aunque contemple los misterios
tu cosmogonía prima
sobre santos y cuentas,
perdido ya mi día
y su satélite.

Aquí donde me nacen costurones
se abre la brecha despierta
con su raíz de dientes
y escozores
en el espacio de tu barba.

El campo de batalla abierto y violado
-río humeante de brazos y sangre-
se aferra a mi caballo,

los gritos de tu garganta quieta
se agitan bajo mi armadura,
en la casa que no alcanzo,
en tu pie blanco
de pestañas revueltas
y en esta soledad de siglos
que te clama
como si no hubieses partido,
toda tu espina aún clavada
como si el boquete de esternón
por donde te cuelas para llenarme
fuese el mundo, el dios y su tiempo.

Poema de Lili Mendoza * Todos los derechos reservados